18 Noviembre, 2021 cultura,volcanes
¿Quieres saber qué hacer en Lanzarote?
Visitar el Parque Nacional de Timanfaya es un planazo lleno de volcanes y paisajes increíbles.
Lanzarote es considerada la isla del fuego. La importancia de las explosiones volcánicas para su formación es más que evidente en todo el paisaje de la isla, lo que le otorga una identidad especial. Este recuerdo en forma de imán quiere representar este fuerte contraste entre fuego y agua tan enigmático y energético que ofrece Lanzarote.
El Parque Nacional de Timanfaya tiene cerca de 5.000 hectáreas. Es reserva de la Biosfera por la UNESCO y es zona de especial protección para las aves (ZEPA).
Aunque todas las islas Canarias son de origen volcánico, es en Lanzarote donde este hecho se hace más que evidente a cada paso. Vayas donde vayas encontrarás un volcán, montañas rojas y mares de lava de un negro intenso. Pero si quieres profundizar en las entrañas de la isla, sin duda debes visitar el Parque Nacional de Timanfaya.
Fueron las erupciones volcánicas que tuvieron lugar de 1730 a 1736 y en 1824 las que originaron toda la imponente orografía que podrás ver en el Parque Nacional de Timanfaya. Se trata de una gran extensión digna de película de ciencia ficción. El cono principal es el de las Montañas del fuego y a su alrededor podrás ver hasta 25 conos volcánicos rodeados de ríos de lava que llegan hasta el mar.
Los mares de lava y ceniza del Timanfaya están llenos de profundas cuevas que los habitantes guanches supieron utilizar para cazar y descansar, pero con mucha precaución, ya que algunas son laberintos oscuros de los que podrían no volver a encontrar la salida.
A primera vista, parece un paisaje desolador, lleno de misterio e incluso tenebroso, gracias a que es un espacio bien protegido se ha logrado mantener en ese estado salvaje. Pero la realidad es que está lleno de vida. Hay gran cantidad de endemismos y especies como líquenes, arañas, grillos, lagartos, aves protegidas como pardelas y cernícalos, halcones, lechuzas…
Sin duda, visitar el parque Nacional de Timanfaya es una gran idea. Puedes contemplar el paisaje desde el restaurante mirador, y si quieres adentrarte entre los volcanes deberás subir a una guagua que te llevará entre la lava, eso sí, no podrás bajarte ya que se trata de una zona protegida.
El parque Nacional de Timanfaya y todo lo que lo rodea son visita obligada para disfrutar de un turismo de calidad y conocer la identidad de Lanzarote. Como no podía ser de otra manera, le teníamos que dedicar un recuerdo en forma de imán.
El negro y el rojo de la tierra chocan con fuerza contra los intensos azules del mar y el cielo allá donde mires. Un espectáculo de colores lleno de energía que hemos querido representar en este imán de la Isla del fuego.
Mi experiencia visitando Timanfaya y alrededores
Creo que visitar el parque de Timanfaya es crucial para entender el origen de la isla de Lanzarote.
Mi recomendación es que accedas al parque desde el sur, partiendo desde Yaiza en dirección a Tinajo, disfrutando del increíble paisaje que ofrece esta carretera. De hecho, es una carretera bastante famosa para sacarse una foto y subir a Instagram.
Antes de llegar al parque, a tu izquierda verás los dromedarios que te acompañarán en un paseo entre volcanes. En el parque, podrás disfrutar de las impactantes vistas de lava y volcanes que llegan hasta el mar, sentir el calor que emana el suelo en tus pies y si quieres comer en el restaurante El Diablo.
Para los más curiosos, puedes continuar tu ruta hasta Mancha Blanca, donde se encuentra el centro de visitantes en el que te explicarán más sobre las erupciones volcánicas y la historia del pueblo de Lanzarote.
O bien, puedes hacer esta misma ruta en sentido contrario, empezando desde el centro de visitantes, que es gratuito, y llegar bien preparado al Parque de Timanfaya para entender y localizar bien cada cono volcánico y caldera del paisaje.
Por Yaiza Parra
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