1 Diciembre, 2021 arte casero,tallar acrílico,pintura acrílica
El arte tallado es uno de los más antiguos que existe.
Desde esculturas, hasta la fabricación de los primeros sellos. Siempre me causó curiosidad, pero fue cuando descubrí a la artista Hannah Jensen que pensé, ¡Yo quiero probar eso!
Aunque comúnmente el arte del tallado se aplica sobre madera o linóleo, hacerlo sobre decenas de capas de pintura acrílica permite jugar con las tonalidades y colores de una manera distinta.
Te cuento algunos detalles a tener en cuenta si tienes pensado hacer tallados de pintura acrílica:
Según la finalidad del color, cada tono está compuesto de entre 10 o 20 capas de pintura acrílica.
Para cuadros en dos colores, me gusta usar tonalidades muy diferentes, para generar contraste. En estos casos se debe cortar con mucha atención, ya que el tallado dibuja una especie de negativo del diseño que quieres obtener. Añadir un tercer tono le da profundidad al diseño.
El siguiente reto que me planteé fue probar piezas con mayor movimiento. En ese caso, siempre hay tres o más tonalidades, y son las más profundas las que permiten crear la ilustración. Además, en estos casos no hay distancia entre líneas, no se trata de dibujar un negativo, así que la fuerza y profundidad de cada corte son clave para darle sentido a la imagen.
“¡La verdad que es todo un reto!”
¿Y cómo se aplica la pintura?
El tono más profundo es el primero que se aplica, y es muy importante que la pintura esté seca antes de aplicar la siguiente capa, así que día por capa es lo mejor.
Para el cuadro del Cóndor, tardé más de dos meses solo en aplicar capas de pintura.
Si echas cuentas, para un cuadro de 3 tonos, donde la media de capas es de 15 por color, se tardaría mes y medio solo en aplicar pintura.
“Sin duda, la clave es tener paciencia.”
Tallar sobre acrílico es casi como una terapia. Cada corte debe ser progresivo, calmado, y con la fuerza adecuada en cada punto. Pensar dónde hacerlo, en qué dirección, con cuánta presión, permite abstraerte totalmente del resto de pensamientos.
Se trata de un arte lento y cuidado. Tanto, que la pieza del Cóndor aún está sin terminar, esperando la próxima sesión de terapia ;)
Espero que esta técnica te haya inspirado tanto como a mi, ¡sería genial conocer tu experiencia si te animas a probar!
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